El 1 de julio de 2014 abrió sus puertas el Parque de El Principito, dedicado al entrañable personaje creado por el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, que permite a las familias sumergirse en el mundo del famoso libro a través de una variedad de entretenimiento basado principalmente en tres temas relacionados con las aventuras del pequeño príncipe: el vuelo, viajar de planeta en planeta y los animales.
Emplazado en el antiguo parque de atracciones Bioscope (cerrado en 2012), el parque de diversiones que homenajea al personaje de Saint-Exupéry está compuesto por 31 atracciones sin demasiada tecnología, pensadas especialmente para niños (no para disparar la adrenalina o causar vértigo en adultos), que intentan mantener el aire poético y mágico del legendario libro, en un bello entorno natural.
Situado en Ungersheim, localidad francesa situada en la región de Alsacia, el parque está a unos 15 kilómetros de la frontera alemana y a unos 50 kilómetros de Suiza, y en él podemos encontrar una granja de mariposas, un laberinto que invita a perderse entre flores, aventuras en 3D de El Principito e incluso ovejas y cachorros de zorro. Otras atracciones que encontrarás en este parque temático aéreo son sillas voladoras y también dos globos de aire caliente con los que hacer turismo mientras admiras la belleza de sus jardines, lagos y puentes, y disfrutas de una vista en altura de la totalidad del recinto.
Niños gratis y oferta escolar
Los niños que miden menos de 1 metro no pagan entrada, siendo los precios para los adultos de 22 euros y para el resto de niños de 16 euros. El parque ofrece, además, la posibilidad de realizar visitas escolares de mínimo 20 personas, por un precio de 9,50 euros por niño y 1 adulto gratis por cada 10 niños. Ver otras ofertas de grupo y descuentos.
En definitiva, atracciones, hermosas vistas y espectáculos para vivir momentos mágicos junto a los más pequeños de la casa, rodeados de naturaleza, que a los adultos nos permitirá reencontrarnos con la maravillosa esencia de El Principito, e invitará a los niños a conocer su historia dejando atrás la sobreestimulación a la que muchos de ellos están acostumbrados, para que aprendan a disfrutar de esas pequeñas cosas de la vida que tanto bien nos hacen.
Amelia Cobos
Autora de Todo está en Nada